En una visita en una tienda de antigüidades en Gotemburgo, me ofrecieron comprar dos pañuelos especiales. Habñian pertenecido a una señora mayor, que había sido empleada en la Casa Real de Estocolmo. Al jubilarse de su trabajo, le regalaron unos textiles como recuerdo.
La dependienta sacó un rollo con algunos pañuelos de debajo del mostrador. Uno era de seda con un dobladillo bonito y una esquina decorada con una corona y el monograma Oscar II bordado con hilo de seda. Estaba sin usar y creo que se trata de un regalo al rey de una admiradora real. Oscar II reinaba entre 1872 y 1907. El otro pañuelo era de la mejor batista con borde de puntilla, pequeñas dobladeces hechas a mano y una corona y monograma S en una esquina. Había pertenecido a la reina Sofia, la esposa de Oscar II. Este pañuelo estaba bien usado y también arreglado con mucha arte. Probablemente, la reina lo había gastado de varias maners, por ejemplo para secarse las manos, quitar el polvo de una silla o para dar la despedida. Es grande, mucho más grande que los pañuelos de hoy en día, pero no inusualmente grande para su época.
¡Naturalmente hubo negocio! Una vez de vuelta en casa escribí al Corte Real de Suecia para preguntar su era común emplar textiles como regalos de despedida. En una agradable respuesta me aseguraron que era bastante frecuente.
¡Estoy contenta de mi compra!
Abajo puedes ver los pañuelos.
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